Querido diario.
Aprendí a beber sin sed,
a escribir sin ideas,
a reír sin preguntar,
a llorar sin motivo,
a caminar sin destino.
A encontrarme sin querer en los bares sin luz.
A perderme sentidos en noches sin sueño.
Aprendí a desordenar el caos
a rizar el rizo.
Que la idea de libertad
es una mañana de otoño
caminando solateras
por las calles de Madrid.
Que no vivir en el caos
sería catastrófico.
Que soy canciones
y me pierdo en palabras.
Montañas de libros.
Horizontes sin sol.
Desaprender lo aprendido
y reordenar los principios.
Bailar sin música
Caminar sin prisa.
Subir a lo más alto
solo para que luego
la ostia sea mayor.
From Orion to me.
Ideas de loca distraída.
Me lo dicen mucho.
Igual hasta me lo creo.
Querido diario.
Aprendí a olvidar mi nombre.
A desencadenar la desorientación,
la ilusión a grito de pulmón,
la idea de viajar
sin fecha de regreso.
Aprendí a creer que la verdad,
la vida, la libertad, la belleza
son todo lo mismo.
El arte de creer y crear.
Creamos lo que somos
creemos lo que vemos.
Yo aprendí a verme por estas palabras.
Todavía aprendo a escribirme.
Todavía bebo de esta misma botella.
Todavía recorro estas mismas calles.
Todavía no sé porqué se acaban los cigarros.
Este texto es infinito.
Mi texto lo es.
Querido diario.
Escribo en hojas de papel desde los 16.
He sido muchas cosas desde entonces,
tampoco ha pasado tanto,
pero sí ha pasado tanto.
A lo mejor todo lo que ha pasado
es que he aprendido a aprender.
O quizá no, no lo sé.
Pero desde que cumplo años
río a carcajadas
y aprieto los dientes.
Querido diario,
pasan los años, y ni tú ni yo
somos ya los mismos.
[...]
jueves, 31 de diciembre de 2015
lunes, 21 de diciembre de 2015
Confieso
Esta niebla no me deja ver bien.
no encuentro las palabras
adecuadas para entenderme.
No me entiendo.
Mis pies se mueven, camino,
pero confieso que llevo meses
perdida por estas tierras.
Siento el frío en mi garganta
no encuentro el momento de gritar.
Me siento cada vez más abatida
por este querer y no poder.
Nothing & nowhere
Esta negligencia absurda que supone
caminar hacia ningún sitio
día tras día
es la que está empezando a matarme.
He olvidado el sentido de todo esto.
De hecho, creo acercarme a una
dolorosa y evidente verdad:
Nada tiene absoluto fin ni trasfondo
más allá del hecho.
Nosotros, deambulantes decapitados
inventamos uno
para no morir
de incertidumbre.
Para no asumir que vivimos sin más
desgracia que el eco
de nuestras vacías cáscaras.
Para que no nos consuma la
revelación de vernos perdidos
en desiertos de ninguna tierra.
Para no perecer en el sinsentido
de la existencia.
Para no morir si antes creer
que tenía algo más de peso
que vivir.
caminar hacia ningún sitio
día tras día
es la que está empezando a matarme.
He olvidado el sentido de todo esto.
De hecho, creo acercarme a una
dolorosa y evidente verdad:
Nada tiene absoluto fin ni trasfondo
más allá del hecho.
Nosotros, deambulantes decapitados
inventamos uno
para no morir
de incertidumbre.
Para no asumir que vivimos sin más
desgracia que el eco
de nuestras vacías cáscaras.
Para que no nos consuma la
revelación de vernos perdidos
en desiertos de ninguna tierra.
Para no perecer en el sinsentido
de la existencia.
Para no morir si antes creer
que tenía algo más de peso
que vivir.
domingo, 20 de diciembre de 2015
Desmadre de pisadas
¡¡Estoy fucking alive!!
Quería contártelo.
Que estas palabras
me hacen reír,
las canciones que no compuse,
las manualidades,
las copas de más.
Sigo tocando en bares pequeños,
qué puedo decir,
me llevan a grandes sitios
y mientras así sea
seguiré sorprendiéndome,
como con el primer beso tuyo.
Amanecer de nuevo
con el sonido de las luces
atravesando cristales ajenos,
la resaca de anoche,
la sonrisa más grande
e inusual
que recrea la situación
de creerte libre
una mañana de sábado,
después de perder las maneras
¡después de perder las maneras!
bajo una bola de fiesta,
luces de colores,
desmadre de pisadas.
Mil bares en una sola luna.
Mil lunas de un solo trago.
Quería contártelo.
Que estas palabras
me hacen reír,
las canciones que no compuse,
las manualidades,
las copas de más.
Sigo tocando en bares pequeños,
qué puedo decir,
me llevan a grandes sitios
y mientras así sea
seguiré sorprendiéndome,
como con el primer beso tuyo.
Amanecer de nuevo
con el sonido de las luces
atravesando cristales ajenos,
la resaca de anoche,
la sonrisa más grande
e inusual
que recrea la situación
de creerte libre
una mañana de sábado,
después de perder las maneras
¡después de perder las maneras!
bajo una bola de fiesta,
luces de colores,
desmadre de pisadas.
Mil bares en una sola luna.
Mil lunas de un solo trago.
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