de unos acordes mayores
en el centro de mi estómago.
Caballos salvajes,
no estoy poniendo amarras a esto.
Corred, corred, creced.
Tampoco he aprendido a frenar,
no me hace falta,
no por ahora.
Sólo veo largo camino
línea recta
puerta abierta
no hay horizonte.
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