lunes, 21 de diciembre de 2015

Nothing & nowhere

Esta negligencia absurda que supone
  caminar hacia ningún sitio
  día tras día
  es la que está empezando a matarme.
He olvidado el sentido de todo esto.
  De hecho, creo acercarme a una
  dolorosa y evidente verdad:
Nada tiene absoluto fin ni trasfondo
  más allá del hecho.
Nosotros, deambulantes decapitados
  inventamos uno
  para no morir
  de incertidumbre.
Para no asumir que vivimos sin más
   desgracia que el eco
   de nuestras vacías cáscaras.
Para que no nos consuma la
   revelación de vernos perdidos
   en desiertos de ninguna tierra.
Para no perecer en el sinsentido
   de la existencia.
Para no morir si antes creer
   que tenía algo más de peso
   que vivir.

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